Friday, November 09, 2007

Incompleto, como larva

- Yo quise dejar de ser hombre para ser persona.
- ¿Y cuál es la diferencia entre el hombre y la persona?
- ¿Y cuál es la diferencia entre las larvas y las mariposas?
- No sé si lo entiendo. ¿Dice usted que quiere ser mariposa?
- Estaba hablando metafóricamente.
- Sonó bastante literal para mí. Lucio, patéale las bolas.

Lucio era enorme. Tonto como un pollo pero fuerte como un rinoceronte. Su nariz parecía un volkswagen y sus brazos dos palas mecánicas.

- Le ruego que se ponga de pie – dijo Lucio.

Lo observé desde mi silla.

- Más vale que lo escuche, Erre. Lucio es un poco impaciente.

Me puse de pie, frente a Lucio. Le llegaba a la tetilla. Olía como a carne molida.

- Me disculpa el señor -. Lucio se alejó medio paso y me reventó las pelotas con la pierna derecha.

Caí de costado. Lucio me levantó y me colocó sobre la silla. El dolor llegaba hasta mi cuello, me ardía el culo y las bolas ardían como si las estuvieran marcando para ganado. No podía hablar.

- Gracias Lucio – dijo el jefe. Se puso de pie y caminó hacia mí. Puso sus feos ojos sobre los míos. Su respiración mocosa era nauseabunda. – Mi posición me permite decirte que estás en problemas, Erre. La cagaste todita y ahora no queda otra que dejarte como puré.
- Me revientan las bolas señor. ¿Puedo ir a un hospital?
- ¡No hay hospitales en kilómetros a la redonda!
- ¿Pomadita?

Lo bueno de perder la esperanza es que se pierde también el miedo. El jefe me cogió de los pelos, bajó mi cabeza y me encajó un rodillazo. Literalmente sentí que mi nariz estaba partida en dos; incluso, si miraba un poco para abajo, podía ver algo de hueso sobresaliendo con un líquido aceitoso que me sabía raro.

- Usted no es persona, Erre. Usted no es hombre, ni siquiera humano. Usted no es más que un gusano aplastado en la carretera.

Volta



Mi cuerpo
En Mar y Sal

Y tu cuerpo
En Agua Dulce
Predilecto de los Dioses

Se rechazan.

Se repelen azules como marcha fúnebre
Como primavera congelada frente a ojos en penumbra

Como vueltas en U sin distancia
Sin objeto ni cálculo,
Sin más angustia que dos o tres abismos
guardados en la superficie
atolondrados en sonrisa de perro
en resguardo de adioses sin fama, sin vuelcos, sin asteriscos.