Monday, July 09, 2007

De espaldas al Arco

¿Lo has visto? Sí.
Yo también lo he visto. Jamás vistió de rojo aunque sus guantes siempre tuvieron hueco. Un derrota tras otra, comunicaciones, último, perder por penales, qué abusivo. Aunque no, los penales los ganaron en la semifinal y él la cagó en la final (se dice que fue error compartido con la defensa pero la verdad que hasta él mismo cree que la cagó enterita).
Tuvo un buen campeonato de fútbol… nadie creía que esos periodistas fumones (la medular era de periodismo, no me jodan los publicistas que también aportaron su parte… menos el lateral derecho que no se llevaba ni a su hermana a comer), mejor que los de futsal en donde esos cabrones de marketing siempre nos ganaban (pero siempre recibieron taba; oh dulce y siniestra taba; oh qué rico se sentía cuando se paraban atormentados por el dolor en la pantorrilla para tratar de increparte… oh, qué rico era porque te miraban a la cara pero uno pues pesa unos 20 kilos más que ellos así que no decían más nada). ¿Tarjeta amarilla par a mí? ¿Por qué profe? “Ya arquero, que la amarilla es poco”. Gracias profe. Yo sé que a usted también le llegaban al pincho los de marketing… todos ricos con su uniforme celeste y todos parte de la selección de futsal de la universidad. Pero no se escaparon cabrones, en la seminifinal de fútbol, ahí se ven los hombres, no en el fútsal donde por barrerte te cobran foul. No no, en el fútbol es la cosa… deifinición por penales, ahí se hacen los arqueros carajo. Tres penales tapados, TRES, y uno de esos cabrones le quiso hacer un globito. Erre no hizo más que quedarse parado, coger la pelota y decirle al que pateó “¿Así juegas reconchadetumadre?”. Obvio no respondió, piltrafa de mierda. Luego bien picones decían que comunicaciones no es carrera, que los penales no dicen nada del partido. Ahí sí te quejas cabrón, ahí sí te quejas porque pensaste que facilito te la llevabas porque hasta el pinche jefe de deportes de la universidad les absorbía el escroto todos los días en los entrenamientos. Pero los hombres se ven en la cancha, doctor. Y ese era el partido, ESE era el día y la verdad que todos estábamos como locos, parecía que nos habían dado tres gramos de coca a cada uno… todos con cara de matones, todos metiendo taba, todos metidos en el partido. Ni un puto chancay daban por nosotros. Pero les ganamos carajo, y todavía recuerdo la montaña de cojudos encima mío, gritando como locos cuando ganamos y les gritamos en su cara “por penales a su casa”. Dicen que es antideportivo insultar, jódanse; dicen que es antideportivo moler a patadas al pata que siempre has querido moler a patadas, jódanse (el jugar pelota te da la facultad física de golpear a alguien sin parecer un buscapleitos); dicen que es antideportivo salir a cortar centros levantando la rodilla con la esperanza de golpear costillas, pues qué pena, si no quieres golpe pues aléjate del arco; dicen que es antideportivo, en otro corner, decirle bajito al delantero que te vas a comer a su hermana y a su mamá juntas: si te molesta pégame y te sacarán roja, si quieres bronca, inténtalo, si quieres simplemente no escuchar nada y decir “ay, qué vulgar”, pues dilo y te caerá lapo, perra (“ay profe, me está empujando”… MARICA). Porque el fulbito de verdad es para hombres (no se me crispen, nenas). Y luego uno mete mucha taba y te dicen “ay, tranquilo que no es el mundial”. Pues es MI mundial, cabrón; en mi puta final de champions league y la juego como si fuera el último partido de mi vida así estemos jugando en la pista; que pena por ti que no te lo tomas en serio y pretendes hacer guachitas… qué pena si quieres ponerte lujosito porque aquí no te aguanto ni un pedo. He visto broncas, he visto cómo ha entrado la tombería a la losa municipal de Punta Negra porque la turba quería moler a palos al árbitro, he visto a gente de mi equipo pegarle al árbitro, le he gritado al churre Hinostroza “Ahora sí te voy reventar el culo cagón con-cha-tu-ma-dre” (el me pateó a mí, y bien duro, pero nunca me hizo gol, así quedó) y me ha pisado la pierna una promesa del fútbol peruano que se embriagó mucho y nunca fue lo que pudo ser (no diré su nombre por respeto, pero fue goleador de su equipo jugando por el Lawn Tennis el 98). He visto cómo uno de mi equipo, en un tiro libre, le metió el dedo hasta el fondo de su mismo ano a uno del equipo rival. Gran táctica. ¿Qué vas a hacer si te meten el dedo al culo? ¿Vas a ir donde el árbitro para decirle “Profe, me metieron el dedo al poto”? Nadie se atrevería a hacerlo, nadie jamás se sinceraría con ese tema. Así que no te queda más que aguantar y quedarte callado y la verdad que debe doler un dedo entero en el culo… ay dios.
Ahora que no tengo hombro todo he cambiado: obligatoriamente alejado de las canchas, obligatoriamente sentado sin poder decir “¿Hay pichanga hoy?” Una lástima, ya nunca podré jugar en la U.
¿Los has visto? Sí.
Yo también lo he visto.

3 Comments:

Blogger JLN said...

no eres mas que un sarnomir, un sarnomir futbolero. ay de ti.

12:38 AM  
Blogger Pappo Banton Texaco said...

El Fútbol es cosa de MACHOS! (yo creo que le paso esa cita a Nicole, una fémina del futsal, para ver o sentir su reacción). Ya te vi tío, tapas bien bacán cuñao.

2:18 AM  
Blogger Erre said...

uy, la Nicole me pega y luego me dice "pah que veah chicoh que el futbol eh pah todoh".
(aunque ella sabría muy bien que con "macho" estoy siendo más figurativo que otra cosa).

7:04 AM  

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