Monday, June 25, 2007

Momento Cultural 1

Primero: Aníbal Barca sitió Roma durante unos siete años. Este cartaginés reconchesumadre osó desafiar al imperio más poderoso de ese tiempo (y de cuya cultura somos hijos bastardos) y estuvo a punto, a un ápice, a un pelo, de derrotarlos. Claro que la culpa de la derrota final y de la desaparición casi absoluta del pueblo Cartaginés (objeto de mi temporal obsesión) la tuvieron como siempre, los malditos burócratas (llámese el “consejo” que decidía si enviar o no más tropas al país de la bota para apoyar al general bárcida). En su afán de no otorgarle todo el reconocimiento que Aníbal se merecía; en su afán de seguir siendo los dueños y señores de Cártago, decidieron retener los envíos de tropas a Italia y dejaron a Aníbal (ya tuerto) en un casi abandono a puertas de reventar Roma en mil pedazos.

Segundo: Cártago es ahora una pequeña ciudad de lo que ahora es Túnez (en la punta norte de Africa, entre lo que ahora es Algeria y Lybia; más a la derecha está Egipto, busquen en el google pe). Al noroeste está todo lo que es España (la antigua Iberia) y al este, muy cerca, estaba Italia. Los cartaginenses fueron grandes navegantes, se habla incluso que llegaron a nuestras costas unos 200 o 300 años antes de Cristo (en los libros que he leído se cuenta que Aníbal Barca fue engendrado sobre una extraña piel llamada “llama” (en español: los papás de Aníbal follaron sobre piel de llama). Para invadir Roma entera (hablo del centro del Imperio), a Aníbal le hubiera bastado cruzar el tramo del mar mediterráneo que los separaba de Sicilia, la punta de la bota. Pero los romanos no eran cojudos, y tampoco Aníbal. Aníbal sabía que los romanos sabían que manteniendo una oronda flota en el mediterráneo impedirían el paso de los cartaginenses por mar. ¿Y por tierra? ¿Cómo iban a llegar por tierra esos apestosos púnicos? ¿Iban a cruzar toda Iberia, Francia, los Alpes para ingresar a Roma por el norte? Imposible. Pues fíjate que sí, romano maricón. Aníbal la hizo.

Tercero: No era cojudo, y como gran estratega preparó una de las mejores tácticas militares de todos los tiempos. Aníbal y un grueso ejército de 50 mil hombres (entre los que se contaban jinetes númidas, libios, helenos, macedonios y diversas razas paganas que se les fueron uniendo en el camino – llámeseles celtas, galos, íberos y demás) hicieron lo inesperado. El cabrón este entró por Iberia (ahora España), que era propiedad de Roma y que el padre de Aníbal, Amílcar, se encargó de conquistar), entró a Francia, reventó a tribus que más tarde se le unieron y, ¿saben qué mierda hizo? Cruzó los Alpes. ¿Y saben con qué? ¡Con elefantes! Aparte de los caballos, los cartaginenses guerreaban a lomos de paquidermos colosales traídos de las sabanas africanas. Imaginen la cara de imbéciles de los romanos al ver que por la corona de los cerros aparecía un ejército liderado por animales que hacían tronar el piso con sus patas. Yo pondría cara de imbécil, no sé ustedes. Ahí comienza la Segunda Guerra Púnica. Como conté antes, Aníbal no paró hasta llegar a las puertas de la misma Roma. Pero necesitaba refuerzos, el largo camino hasta llegar a Italia de meses y meses había bajado enormemente la cantidad de soldados. Aparte, teniendo en cuenta la fiereza de los cartaginenses en la batalla y las espectaculares maniobras de Aníbal en cuestión de estrategia militar (dicen que con 30 mil hombres logró derrotar a un ejército romano de 80 mil), estos romanos que lo último que eran era huevones, en vez de atacar a Aníbal empezaron a mellar fuerzas en las zonas conquistadas de Iberia y Africa. Aníbal, lejos y negado a recibir refuerzos, tuvo que volver a pelear en las zonas que sus compatriotas (bastante inútiles por cierto) no supieron mantener.

Cuarto: Aníbal se suicidó antes que lo agarren.

Quinto: Esto es sólo la ciento veinteava parte de la historia. Una cosita: Barcelona se llama así por Aníbal Barca.

Sexto: Aníbal Barca fue de puta madre.

Séptimo: ¿Qué hubiera pasado si Cártago lograba conquistar Roma? Les aseguro que nuestra vida no sería la misma; la civilización hubiera tomado otro camino, no sé si más cruel o más bonito; pero estoy más que seguro que si Cártago hubiera dominado Roma y el mundo, en vez de llamarme Erre me llamaría Asdrúbal, Antígono o Hannón. Eso es ciencia exacta.

4 Comments:

Blogger Pappo Banton Texaco said...

En vez de llamarte... Erre. Jaja, tranquilo tío, lo supe casi casi desde el principio pero si te veo ni te lo voy a mencionar. Salud

9:39 AM  
Blogger Valentina said...

he aprendido algo más para mi cultura general.
ya me entro la intriga de saber tu nombre.

12:25 PM  
Blogger aNdRe$! said...

Jaja manyaa, cuanta culturaaaa. Yo me llamaría Adversógono. :P

Saludos tio * Bye

8:27 PM  
Anonymous Anonymous said...

Ojalá hubieras enseñado historia en mi cole!!! Yo seguiría llamándome Apollonia Octavia????

3:50 AM  

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