Monday, December 04, 2006

Correo eléctrico 2 (a los amigos a 800 kilómetros)

Me aburro. Después de un tiempo largo no tengo mucho que hacer en la oficina. Ya quiero que sea mañana por la tarde para poder tomar mi avioncillo (esta vez pagado por la empresa por cuestiones netamente laborales). Podré descansar cuatro días (esperando que no me llamen el viernes o el sábado a pedirme que escriba una nota o algo parecido). Hace un rato se desató la tormenta y pensé, como le decía a chilcanito, que somos inmundamente pequeños al lado de los brrrrrruuuummmmsssss de los truenos que a lo no tan lejos resuenan rompiendo oídos.

“Acabo de llegar y ya me quiero ir”. Eso fue lo que dijo Aria la primera vez que le abrí la puerta de mi cuarto. Yo tenía dos botellas de vino en la mano y condones en el cajón. La miré medio feo pero no dije nada, solo cerré la puerta tras de ella como diciendo “este vino no me lo tomo solo, flaca”. Se sentó en la cama y observó el cuarto. La computadora con la película “vida salvaje” en pausa, el televisor sin cable, el escritorio lleno de libros, dvds y papeles, el closett abierto mostrando el desorden típico de un closett mío. No repitió eso de que acaba de llegar y se quiere ir. Me gustó igual la frase, en ese momento pensé “esa frase es como para empezar un cuento o algo así”. Y sí pues, se quería ir, pero tres segundos después ya no decía nada y observaba.
“¿Y cuántas chicas has traído acá?”. Le podría haber dicho la verdad: Susan y tres putas, pero le dije que ninguna. “Sí huevón” me dijo. De golpe abrió el cajón de mi mesa de noche. Examinó el libro de Celine que tengo ahí, Gargantúa y Pantagruel (que ya lo cambié de sitio) y los “Testamentos no sé qué cuántos” de Kundera. Luego miró más abajo y encontró la caja de condones a la cual le quedaba solo un condón. Y claro, encontró también una envoltura de condón vacía que había utilizado en no sé qué puta o tal vez en Susan. “¿Y me dices que no habás traído a nadie acá?” me dijo mientras sujetaba la envoltura de Durex con el pulgar y el índice y lo hacía bailar cerca de mis ojos. ¿Qué responderían ustedes? Si están en blanco como estaba yo, es normal. Puse cara de inocente y le dije “Un amigo me dijo un día que cascársela con el condón puesto es chévere así que eso hice”. Quedé como pajero y como a medias mentiroso, pero en fin, ella no iba ni va a ser mi enamorada así que no me molesta mucho. No me creyó del todo, pero al parecer dejó de importarle cuando le serví el primer vasito de vino borgoña de siete lucas la botella. Es dulce, eso basta: trepa como cabra de monte y golpea como Tyson en sus buenos tiempos. Botella y media y se dejaba acariciar mas no besar porque bla bla bla que el beso es muy importante para ella y que ella no besa a cualquiera y que bla bla bla. Al final se dejó besar, se dejó quitarse el polo, se dejó quitarse el sostén, se dejó chupar teta, se dejó abrir el pantalón, se dejó meter la mano en el pantalón y se dejó hacer la de spiderman. No se dejó hacer más porque se vino con el floro de que solo había “hecho el amor” (yo que solo quería tener sexo) con una persona (su antiguo neandertal) y que le parecía muy rápido y que mis palabras la hacían sentir bien (yo decía “el sexo es chévere”, no sé qué se les da por escuchar a las mujeres a veces) y que mejor vamos despacio (¿eso significa ir a comer pollo y luego agarrados de la mano ir al bar?). Así que me di la vuelta, miré el techo y prendí un cigarro… estaba medio borracho. Me empezó a preguntar que qué me pasaba, que si estaba molesto, que si había hecho algo malo. De pasar de preguntarme empezó a criticarme: que solo me quieres acá para tener sexo conmigo (cierto), que me das licor y si no tiro contigo te molestas (cierto), que no soy así de fácil (falso, te dejaste meter el dedo a la primera, eso es suficiente para que en tu mente seas fácil), que no lograrás nada con esa cara (pajearme es más fácil y más barato) blablablabla….. Luego empezó con que seguro estoy pensando en mi ex, sí, seguro estoy pensando en mi ex, que me cago por ella, que seguramente la extraño y trato de olvidarme de ella tirando con otras chicas y que seguro en ese instante estaba pensando en ella (razón no le faltaba, debo admitir que mientras miraba el techo empecé a acordarme qué facil era tirar con Paola cada vez que se me pegaba la regalada gana, y si no quería, dejaba que se duerma para luego bajarle el lompa y despertarla a metidas). Al final le conté un chiste a Aria (el del pata que comulga por primera vez y piensa que le han dado la pinga de Jesús porque el cura no tenía hostias y le dio un borrador) y obvio que se cagó de risa (ese chiste es infalible). Después de un rato volvió a pasar lo mismo de antes hasta el spiderman, mi vuelta para mirar el techo y prender otro cigarro. Pero ella ya no me recriminó porque sabía que tal vez ella también había ido allá para que le meta algo (el dedo) y yo no me molesté tanto porque no quisiera tirar porque ya me ha pasado antes y ya aprendí a “comprender” que para las mujeres la palabra “fácil” solo se refiere a la penetración en sí y no a cualquier otro tipo de sexo (chape, chupar teta, oral, spiderman…). Después de un rato agarró sus cosas y me dijo que ya se iba que la acompañe a su casa. Le dije que me daba flojera aparte que era domingo y que tenía que trabajar al otro día. Se empezó a molestar así que le llamé un taxi, le di sus dos soles cincuenta y su beso en el cachete. “Me tratas como puta” me dijo. “Bola ocho” le respondí (no sé qué mierda significa, pero fue lo primero que me salió y le causó gracia y se fue con una sonrisa). Esto pasó hace un mes mas o menos (mas que menos?) y pasó luego un par de veces más. Ahora creo que está con enamorado y no hablamos nunca, lo cual no me pasa de vueltas porque en verdad estuvo normal. Luego llegó Dalía y pasó lo que algunos de ustedes ya saben pero ya fue así que solo y aburrido en la chamba les escribo esto porque se me vino a la mente y porque me gustan las mujeres y porque en este momento me siento ese gordo cachetón que salía en Risas y Salsa y decía a cada rato “¡Cómo me gustan las mujeres!”.

Correo eléctrico 1


Hay días que van un poco más allá de uno mismo,,, días en los que la música suena más lejos y el cielo parece apretarle a uno la cabeza. Hay días sin conciencia, sin intentos de seguir caminando, sin ganas de levantar la frente e intentar manejar el carro. Hay días perpetuos, días que se clavan en el pecho y no dejan que se permita uno encontrar salidas. Hay días instantáneos como éste, días que parecen correr más rápido pero a la vez que me obligan a ir más lento: como si me empotraran un campo de fuerza, como si manos invisibles me apretaran el cuello para no seguir pauteando el camino. Ayer fue más fácil… intenté cantar bajo la lluvia pero me mojé, y eso de no está del todo mal. Hoy me levantó un mensaje sin retorno, una vista sepulcral de una ciudad que a pesar de todo sigue siendo hermosa, un recuerdo de hace más de tres años y una calma impaciente que me obligó a tomar leche helada acompañada de un cigarro a las siete treinta de la mañana. Ni me preguntes qué hago divagando entre cosas que pienso y cosas que no, no me preguntes por qué sale de mí tanto enredo y tantas ganas de decir nada. Ni me preguntes qué máquinas se me han perdido en estos 23 años que he vivido ni cuántos amores he echado al tacho por la simple necesidad de caerme solo. No me cago en el mundo porque simplemente éste ya se cagó en mí, y yo sigo disfrutando de esta llamada de la selva que, cual libro de Jack London (tienes que leerlo), me invita a correr furibundo por un mundo que conozco pero que a la vez intenta olvidarse de mí. He causado estragos en personas buenas, he adherido mi mala leche a todo ser que me tomó de la mano, he codiciado mares que no me ahogarán nunca y, sobre todo, he perdido esa sensación de hueveo que me acogía cada mañana. Cuando uno se piensa estable está más perdido que nunca, cuando uno avanza es el mundo quien está yendo en tu contra… Yo me he quedado parado, el universo no,,, ¿lo empujo? ¿me empujo? ¿te empujo? ¿nos empujamos?

Besos.

Erre.

lo que logra hot chip

Ya voy a volver y escarbarte el estómago; voy a cometer asesinato prematuro dejando que me atrapen antes de beber sangre; voy a conquistar un planeta para regalártelo envuelto en piel y metal. Poesía dicen cuando no tocas, Poesía dicen cuando te embebes y no cachas, Poesía dicen cuando no sos más que fair play en potencia, marica intrínseco, nervio derrotado semi-seco. Poesía te dicen cuando expeles burbujas fumando cañón, Poesía no te entienden cuando miras y escribes lo que podría ser acariciar. Barítonos y contraltos, corre conejo corre y no le cuentes a los mudos que por fin les puedes enseñar a gritar. Contenta llora la lluvia en este emporio de trivialidades; graciosa hiere los silencios que no se dejan apretar; espera inconciente la llegada de un infierno qué apagar. No la culpes ni intentes destapar sus respuestas: ella está tan sola como la marea que la dejó parir mañanas desdentadas, oxígenos abiertos, pulsos y sensaciones de dolor.