Monday, May 14, 2007

Lima

Estuve en Lima el fin de semana. Ahora que no vivo ahí y voy contadas veces, me doy cuenta de lo grande que es esa mierda y de cuánto es que amo esa ciudad. Soy una rata de ciudad; antes pensaba que lo mejor que me podría pasar era largarme de Lima, de sus luces, de su ruido, de su zamaqueo constante, de su inaplicada locura, de sus huestes inacabables de idiotas y gamberros, de su malparida contaminación y demás yerbas que frecuentemente azotaban mis sentidos y permitían que mi flujo personal de sentimientos los quisiera desbordar en otro lugar: tal vez una provincia, tal vez la sierra, tal vez los cerritos verdes en ciudad pequeña, las vaquitas y los mototaxis, las chacritas y las iglesias, la idea de ir caminando a cualquier lugar o andar en taxi por no más de diez minutos.
Pero nada. Diablos que ahora que tengo eso, extraño tanto pero tanto sus luces, su ruido, su zamaqueo constante, su inaplicada locura, sus huestes inacabables de idiotas y gamberros, su malparida contaminación y demás yerbas que deseo azoten mis sentidos diariamente. Extraño tener que viajar media hora para llegar a mi destino, extraño el malecón con su chela y su troncho. Extraño la vía expresa de Javier Prado, los cerros pelados, el cielo tan gris como su gente opaca. Extraño no querer ir a tantos lugares nocturnos pero tenerlos a mano. Extraño el McDonalds y el puto pinball de Larcomar. Extraño ver los partidos de la U vía CMD (aquí tengo cable, pero el local), extraño estirar el brazo y tomar combi, extraño subirme al carro del colorado, poner reggae, fumar cañón y simplemente avanzar. Extraño el edificio chueco de interbank, extraño el asquerosamente pituco starbucks que aprendí a querer cuando ya no vivía allá, extraño ir a cieneguilla o pegármela en el sargento. Extraño vivir con mi mamá y el Internet de cada noche. Extraño las librerías gigantes, extraño sentir que me la puedo encontrar en cualquier momento porque vivimos en la misma ciudad, extraño salir a caminar sin que se me acabe el aire, extraño ir a la laguna y hacer lo que ya repetí como dos veces, extraño hacer el amor en un parque, extraño estar en un lugar tan grande que no existe chisme que pueda afectarme, extraño ser excesivamente pequeño e irreconocible. Extraño Lima tanto como extraño odiarla tanto.

5 Comments:

Blogger aNdRe$! said...

Es cierto, muy cierto... he pasado por varias provincias x medianos tiempos, y lo unico que hecho al ver algo distinto es decir: mira! en Lima no hay eso!, en Lima es asi! etc como cojudo. Es cierto que se extraña webiar en el carro de alguien, conseguir skan x donde vallas, las luces del jockey y todo lo que veas; es cierto que puedes hacer lo que kieras y no todos el mundo lo sabe... cuando estas aca kieres irte a "alla" y cuando estas "alla" kieres venir aca. Es una mierda, pero es cierto broer*

6:53 PM  
Blogger Pappo Banton Texaco said...

como dice adverso, pues es cierto. Lima, por cochina, contaminada, puta y peligrosa sigue siendo lima. Entre unas cincuenta ciudades de todos lados, yo la sigo prefiriendo.

ps: suave que la yerba en altura caga pulmón (eso dicen jeje).

12:34 AM  
Anonymous Anonymous said...

"extraño sentir que me la puedo encontrar en cualquier momento porque vivimos en la misma ciudad." Una vez mas a lo alrgo del día he pensado en hacer la maletas y regresar a Mi Gris. Yo nunca fui al Starbucks, acá hay uno pero no me apetece. El café lo hago yo.

7:06 AM  
Blogger YvO said...

a mi me a pasado lo mismo todos los dias desde ya hace diez años.

Hacer el amor en un parque???! jeje esa no me la sabia.

1:17 PM  
Blogger Rafael Pabón said...

Juan Luis Nugent me paso tu blog y me gusto mucho lo que escribiste sobre Lima. Yo viví alla 5 años y ahora en Santiago.
Extraño mucho aquella ciudad. Saludos desde Chile

1:13 PM  

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