Friday, April 13, 2007

Uat a Sheim Meri Llein

Qué días carajo, qué días. Ni bien llega uno se le presenta casi la muerte. . “En abril, lluvias mil” dicen los cajachos,,, razón no les falta, llueve como si a dios se le hubiera perdido su mamadera. Y uno se esfuerza, tienta al cansancio engañándolo con café, cigarrillos rubios con filtro, música con volumen moderado. Hay que avanzar caramba, los hombres no lloran, las mujeres sí; los hombres no sucumben ante los problemas, las mujeres sí; los hombres no toman bailey´s, las mujeres sí. ¿Cuál mentira es más grande que la otra? Qué se yo. Pero es complicado. Por el colorao me alegro, pero a medias. Digo a medias porque lo veo desde mi propia experiencia y digo: “pobre”. Pobre porque te falta caer jodido, porque aún no te has golpeado la cabeza tan fuerte contra el suelo (pobre el suelo cuando eso pase): momento en el que te darás cuenta que puta madre qué jodido es andar atrás de una flaca. Y el otro tiene razón, lo más lindo es lo del principio, el flirteo suavecito, la mirada furtiva, la mano que se esconde para soltarla en el cuello de la dama. Pero es que luego empieza el contrato, el casi diplomático encierro de la “personalidad propia” para mutarla en “la forma cómo te demuestro mi amor”. Cuando firmas el contrato con tu propia sangre, ya dejas de ser tú; ya no puedes darte a conocer enteramente a pesar de todo lo que digan que “sí, yo confío en ella y le cuento todo” MENTIRA; MENTIRA TOTAL. ¿Le vas a contar a tu flaca que la noche anterior te la cascaste pensando en la colegiala? ¿Le vas a murmurar al oído que se le ve feo el grano que le salió en el culo? ¿Le vas a insinuar con mirada de perro muerto que hace ya tiempo esa flaquita de faldita te trae loco y que quieres enseñarle tu serpiente de Alhabama? Todo eso es una mentira absoluta, y lo quieras o no es parte íntegra de lo que eres, piensas y sientes. Cuando dejas de ser auténtico es cuando ya pasaste al nivel de ir de la mano de arriba abajo; al nivel del “no me gusta como te quedan las medias con el short”, “¿Te da vergüenza decirme que me amas en frente de todos tus patas?” “Si me quieres vas a dejar esos tronchos de una vez” “¿Cómo es posible que hayas estado con esa perra?” “¿Prefieres ver ese partido de fútbol a estar conmigo?”… y la lista sería interminable, lo sé. Es mi momento de absoluto pesimismo, mis quince minutos de “odio a todo el mundo especialmente a las chicas de las que me enamoré” y sobre todo de “odio con toda mi alma a la chica esa en la que sigo pensando y de la que sigo locamente enamorado” (no pregunten carajo, no pregunten). Así que colorao, bendice al señor por lo que hace por ti pero también maldícelo, porque a pesar de que te está sonriendo, de repente es una sonrisa burlona, sarcástica, asquerosamente diabólica. Discúlpame, pero casi nada en toda esta mierda es girasoles amarillos y barcos de cáscara de nuez con los amantes perdidos para siempre, juntos y adorablemente pegados (la tormenta está a la vuelta de la esquina, maldita sea).
El domingo llegué en la tarde y tuve sexo con Dalía. Hoy por la noche tendré sexo con su prima. Y siento que ambas cosas son tan vacías como el mismísimo Erre diciéndole al colorado lo horrible que estar inmerso en el amor… mejor dicho, lo horrible que es tener que salir a rastras de él.

2 Comments:

Blogger Unknown said...

pum.

mucha verdad en muy poco tiempo.

5:25 AM  
Blogger Erre said...

como dice marley, "la verdad es una ofensa pero no un pecado".

6:58 AM  

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