Thursday, May 24, 2007

El sí campeador

Para recibir un sí hay que aguantar muchos nos. Tienen que despreciarte un par de horas para que el mundo recapacite y se acuerde que existes a pesar que estás bañado de mierda: el mundo siempre te tiene guardado a alguien que te limpie la cara un rato. Te lo da, constantemente. A mí me lo da. Cuando ya has aguantado más de un “pucha, no puedo ir a tu casa a tomar whisky porque amanecí con fiebre” “pucha, no te pude contestar porque el celu estaba en vibrador” “pucha, se incendió mi gato”. Siempre lo mismo, cositas ricas inmundas cositas. Ya dilo nomás “tú quieres tomar conmigo y luego levantarme la falda”. Bueno, sí pues. ¿Y? A nadie le importó cuando no lo hacía, ahora no creo que alguien le importe que lo haga; un simple espejismo que formulo en mi seso. Pero siempre existirá alguien que aunque sea una vez atraque. Hay que poner las cosas como nadie quiere que sean para que la gente las entienda. Lo viciado y lo asqueroso causa morboso aumento del entendimiento, creo yo. Y así es esta vez. Repito que siempre hay un día exacto, en que uno toma los caminos exactos para terminar revolcándose en la cama con una digna pera apasionada señorita. Son las cadenas que florecen a nuestro alrededor. Esos días en que eliges comprarte Winston y no Montana; comer chifa y no cuy; escuchar dub y no roots; leer y no ver tele; rascarse la cara y no el culo. Todos estos ínfimos y cojudísimos sucesos se concatenan para tomar una decisión pedestre: o te vas a dormir o te quedas leyendo los viajes de gulliver o vas de una puta vez por un trago. Por un trago pues. Ya cuando tomas esa decisión mayor, es que ya la jarra se voltea, el jugo se chorrea y el mantel se ensucia. Obvio que no siempre es así, pero levantar 98 kilos y hacerlos andar seis cuadras a las once de la noche cuando hay que trabajar al otro día… en fin. Ya ahí si lo logras lo logras. Fin del tema; el mundo se fijó en ti y tú aprovechaste y, si fuiste bueno, destacaste; si es que no, será para la próxima iluminación. Pero no seas pelotudo, así como este planeta tierra te sonrió y mandó un salvavidas de una noche; así como permitió que una chica linda te limpiara la cara por un par de horas y te dijera que eres lindo, así igualito aprovechará tu primera mueca de tranquilidad para arrancharte ese par de piernas blancas y esa manito que te acarició la espalda. En eso se basa el comer postre una noche; que al otro día te despiertas y tu boca sólo sabe a trago; y tu cuarto sólo huele a sexo.

2 Comments:

Blogger YvO said...

interesante, me da la impresion que tienes una vida pasiva pero super movida por lo caleta... me gusto el relato.

12:53 AM  
Blogger aNdRe$! said...

Oe si kemao, tmb me bacilo tu relato... facil q me das unas clases ah! jaja xq no encuentro los caminos correctos.. o cuando stoy en algo, llama la "señora".. y asi no es pss jaja

10:17 PM  

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